Querido lector,
Casi podría jurar que si el año pasado se hubiera lanzado en Twitter, por ejemplo, la apuesta sobre qué se le ocurriría a Stephenie Meyer escribir en su siguiente libro, casi nadie se habría jugado el cuello ante ningún sediento colmillo por la reescritura de su novela emblemática. Quizá se habrían amontonado fichas de ruleta en la casilla de Sol de medianoche (la perspectiva de Edward sobre la saga, un manuscrito que nunca llegó a término),pero ¿quién iba a pensar que a la autora parteaguas de la literatura juvenil y de vampiros le daría la vida para invertir los sexos de cada uno de los personajes en una reinterpretación de su novela #1?
La cosa es que, más allá de los ases que un proyecto editorial pueda tener bajo la manga, nunca se sabe qué gratas sorpresas puedan sobrevenir a la mente de un autor apasionado. En este caso, ella no quiso remitirse a una mera carta celebratoria, un desabrido ?feliz cumpleaños? que sus editores le habían solicitado para relanzar la novela como festejo por el décimo aniversario de su publicación.
En las preliminares del libro, Stephenie se autodenomina prosaica (aunque sus millones de lectores le hayan hecho creer en la magia), y, por cierto, sí que se le da la prosa: cuatro novelones de la saga, el spin-off La segunda vida de Bree Tanner y los episodios complementarios rescatados en la Guía oficial ilustrada de la saga (por no decir los capítulos prematuramente filtrados de Sol de medianoche), y ahora Meyer reescribe todo Crepúsculo adaptando formas de pensar, diálogos, acciones y reacciones de sus personajes a los comportamientos más lógicos del sexo opuesto, pero respetando grosso modo las peculiaridades de personalidad y, desde luego, la trama. Una tarea que debió ser para ella por demás entretenida y que para los conocedores y fans puede ser todo un regalo, si bien para los detractores constituye al menos una alternativa a las típicas actitudes de ?mujer delicada y entregada? que se le criticaron tanto a Bella por ofrecer tan regaladamente la yugular a su adorado, por más peligroso que éste haya sido, pues básicamente estaba dispuesta a inmolarse por él. En cambio, poner a un protagonista hombre, Beau, a merced de una mujer peligrosa, Edythe, cambia radicalmente el lugar de las fichas en el tablero.
Pero dejando de lado las posturas de género, siempre discutibles, no cabe duda de que para los nostálgicos no está demás atesorar en el librero una edición especial de la serie que en su momento insufló larga vida a la literatura juvenil.
La reedición de este clásico de vampiros es un flipbook: puedes releer Crepúsculo o darle vuelta enseguida al libro y abordar la nueva versión por el final. Un preámbulo a Vida y muerte advierte sobre las muchas lamentaciones y el rechinar de dientes que puede causar este libro, pues la controversia nunca se ha hecho esperar en la saga; además explica los porqués de sus decisiones autorales y la medida de los cambios que se permitió hacer en la reescritura de la novela.
Esta publicación es un material adicional. No es un nuevo libro de Meyer, sino una nueva mirada (y menciona tres discos que resonaron en la autora para acompañar la historia, ya los descubrirás).
Gracias por leer las novelas que publicamos,
Dania Mejía, editora Alfaguara YA / Penguin Random House